Pensabas que ninguna planta se te resistía, pero de repente te has dado cuenta que tus plantas de interior están perdiendo ese color verde tan característico. No te asustes, sólo aprende algunos trucos simples para hacer florecer ese gran reino vegetal bajo tu techo.

Consejos para mantener tus plantas verdes mucho más tiempo

Descubre en estos cuatro sencillos pasos y aprende cómo tus plantas pueden durar hermosas por mucho más tiempo.

Consejo 1: Elegir las variedades adecuadas de plantas verdes

En primer lugar, es esencial seleccionar las plantas que mejor se adapten a tu hábitat y estilo de vida.

Por ejemplo, es mejor favorecer las variedades que resisten la falta de luz si tu habitación da a un patio oscuro y las plantas robustas si tu salón tiene corrientes de aire. Del mismo modo, si viajas con frecuencia durante unos días, es preferible elegir plantas que no requieran mucha agua, como las plantas suculentas o de cactus.

En términos generales, el mejor consejo es comenzar con plantas conocidas y que aguanten un poco todo y a todo nos referimos al frio, el sol directo, agua excesiva, poca agua, etc., así que las plantas que te recomendamos son la Hiedra, Schefflera, Sanseveria, Monstera o Clorofito.

Asegúrate también de que la planta se vea sana antes de comprarla y no dudes en pedir consejo a los vendedores del centro de jardinería.

Entonces, una vez que has conseguido tener confianza en tus habilidades para la jardinería de interior, puedes pasar a elegir las plantas y variedades de floración más exigentes.

Consejo 2: Coloca tus plantas en una maceta de barro

Si has comprado tus plantas verdes en una floristería que ya ha preparado las macetas correctamente, puedes saltarte el proceso de macetas hasta el próximo año o incluso el año siguiente, pero si has comprado las plantas en una pequeña maceta de plástico, no se trata simplemente de ponerlas en una maceta cualquiera, consigue una o dos macetas de barro más grandes y una bolsa de tierra para macetas de «plantas verdes especiales» y haz el cambio.

Para hacer esto, riega abundantemente tu planta bajo el agua del grifo a temperatura ambiente, después deja que el agua drene en el fregadero.

Mientras tanto, coloca tu maceta nueva en la encimera de la cocina y comienza a esparcir una capa de 2 cm de perlas de arcilla para facilitar el drenaje, después agrega la tierra cavando un agujero en el centro con una cuchara sopera.

Agarra la planta por el tallo al nivel del suelo y sácala de su maceta de plástico, saca algunas raíces del cepellón empapado y colócalo en el agujero, apretando suavemente y añadiendo un poco de tierra para tapar los agujeros.

Consejo 3: Encuentra la ubicación correcta

El siguiente paso es encontrar la mejor ubicación para tus plantas y para eso, no se deben exponer a la luz solar directa, se deben de colorar lejos de las corrientes de aire y de una fuente de calor.

En términos prácticos, pensamos en el bienestar de la planta antes de pensar en su aspecto decorativo y nunca colocamos una planta verde sobre un radiador o en el fondo de una habitación oscura. Por otro lado, nada te impide colocar tus plantas delante de la ventana, en un estante alto, en el refrigerador o incluso en el borde de la bañera.

Consejo 4: ¡Agua… sí, pero no demasiada!

Ahora que tus plantas tienen la luz que necesitan, también necesitarás traerles agua, ¡pero sin ahogarlas!

En teoría, se recomienda regar la mayoría de las plantas una vez por semana y siempre un día fijo. Pero en la práctica, es absolutamente necesario dejar secar el suelo entre cada riego, y adaptarse al ritmo de las estaciones.

En primavera o verano, por ejemplo, se puede regar dos veces a la semana en caso de fuerte calor, mientras que en invierno se puede regar durante 10 días mientras el suelo se seca.

Para evitar que el agua se filtre en el fondo, la mejor técnica es lavar las plantas pequeñas en el fregadero con agua a temperatura ambiente, dejando después que el agua escurra bien antes de volver a colocarlas en su lugar. Para las plantas grandes, una ducha es ideal, de lo contrario ten cuidado de no dejar que el agua se estanque en el fondo de la maceta.

Izabell Fransson
Izabell Fransson

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