Al momento de diseñar un jardín, las plantas (el género y la especie) integran las últimas elecciones a tomar. Para seleccionarlas, vale responder ciertas preguntas clave. Eso no quiere decir que debamos dejar de lado nuestras preferencias, pero, por ejemplo, nos puede encantar la magnolia de grandes flores blancas (Magnolia grandiflora); no obstante, si el jardín es pequeño, no será acertado colocar allí este árbol que fácilmente alcanza los 18 m de altura y los 20 m de diámetro.
¿En qué debemos pensar cuando diseñamos un jardín? Primero, hay que ubicar el Norte. Para el caso del Hemisferio Sur (la Argentina), dispondremos las plantas tropicales hacia el Norte y las coníferas hacia el Sur. A la vez, aquellas que requieren de los rayos del sol para abrir sus flores van al Norte; y las que prefieren ambientes más sombríos, hacia el Sur (por lo general, son aquellas de follajes azulados y grises).
Álamos para proteger del viento y Santa Ritas a pleno sol. (Marría Laura Vidal Bazterrica).
Al momento de analizar esta variable, habrá que recordar que el sol directo no es sinónimo de una alta luminosidad. Muchas plantas pueden requerir una alta luminosidad y tener contraindicado el sol directo. Es el caso de los helechos y las orquídeas, entre otros ejemplares.
Luego habrá que señalar los espacios llenos (con plantas) y los vacíos (generalmente, los que unen sectores, como la casa y la piscina); y definir las principales visuales (como el ingreso a la casa, la vista desde la ventana del living), y los puntos focales (lo que deseamos resaltar, como un espejo de agua). También, indicaremos aquello que nos gustaría ocultar con las plantas (el tender del vecino).
En tercer lugar, se analizarán algunos aspectos como las formas (redondas, rastreras, triangulares o de gota), los volúmenes y las alturas de las plantas (los árboles y los arbustos se clasifican según sus magnitud).
Recién entonces, se comenzará a pensar en las texturas (¿hojas pequeñas o grandes? ¿ovaladas o aciculadas) y en los colores (hojas que se pongan amarillas en otoño, árboles con flores llamativas).
Sobre la base de las respuestas obtenidas, buscaremos la variedad ideal dentro de las plantas que mejor se desarrollan en nuestra zona. Por ejemplo, si necesitamos un árbol que esté en la parte norte del jardín, de tamaño mediano y porte clásico, que pierda el follaje en invierno para que deje pasar la luz del sol, pero con corteza atractiva con valor ornamental durante los meses de frío, y que tenga además una floración llamativa en primavera-verano, la planta elegida es el crespón (Lagerstroemia indica).
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