¿CÓMO ELIJO MI ALMOHADA?
Quiero cambiar de almohada y no sé cómo elegir
El uso de una almohada correcta es clave y fundamental para obtener un descanso óptimo y evitar dolores. Por ello es muy importante hacer una buena elección.
Se ha evidenciado que gran parte de las molestias, sobre todo de la columna cervical y musculatura y tejidos de esta zona, se relacionan con este factor. Éstas mejorarían con un buen soporte y apoyo de la cabeza durante el descanso.
La elección de la almohada resulta un poco difícil ya que depende mucho de la persona, de su postura, morfotipo y biomecánica. Y, es que, no son pocos los pacientes que acuden a nuestra clínica de fisioterapia en Madrid preguntándonos cómo elegir su almohada, así que vamos a intentar ayudaros.
Por qué es necesaria la almohada
Por el diseño de nuestro cuerpo, estamos preparados para sostener y soportar nuestro cuello mientras estamos de pie. Pero, cuando nos tumbamos, es necesario colocarlo en un soporte adecuado para su descanso.
Por tanto, una almohada ideal es la que sostiene nuestro cuello al igual que nuestras vértebras y musculatura lo hacen cuando estamos de pie. Es decir, debe mantener una alineación correcta de nuestro cuello con respecto al resto de columna vertebral.
Imagen tomada de aquí.
De la misma forma, no podemos olvidar que no es suficiente con tener una buena almohada, sino que hay que usarla correctamente.
Al igual que debemos prestar atención a nuestro colchón y la postura que adoptamos la hora de descansar.
Existen multitud de tipos de almohadas, pero para una buena elección hay que tener en cuenta que la almohada debe sostener el peso de la cabeza. También debe adaptarse a ella sin deformarse demasiado, y ajustarse al espacio del cuello que queda libre en nuestra postura de descanso.
Altura de la almohada. ¿Almohadas gruesas o finas?
Es fundamental controlar la altura de la almohada para evitar problemas cervicales. Siempre debemos pensar que lo ideal es que nuestra almohada nos posicione el cuello en el eje de la columna, sin que la cabeza rote ni se lateralice.
Una mala postura en la cama también tiene mucho que ver con el uso de una almohada inadecuada. Por ejemplo, el uso de una almohada demasiado alta en la posición tumbado boca arriba provoca una exagerada flexión cervical. Esto propicia la aparición de tensiones y espasmos musculares en la zona cervical, así como en el resto de la columna.
La recomendación para la posición de descanso de boca arriba (decúbito supino) es una almohada fina, pero no exageradamente delgada, pues provocaremos que el peso de la cabeza recaiga sobre los hombros de apoyo, forzando la extensión cervical. Debe de ser suficiente para que rellenemos con ella el hueco cervical (lordosis cervical).
Imagen tomada de aquí.
En el caso de que durmamos en posición de lado (decúbito lateral), es recomendable usar una almohada más alta, que nos cubra todo el hueco lateral entre el hombro y la oreja, para que así reposemos la cabeza y eliminemos tensiones ya que dormiremos alineados.
Imagen tomada de aquí.
Si nuestra posición para descansar es boca abajo (decúbito prono), la almohada debe ser lo más fina posible para no provocar una extensión y rotación exagerada de la cabeza.
Imagen tomada de aquí.
Por otro lado, también tenemos que elegir la altura de la almohada en función de cómo sea nuestro colchón. Para un colchón blando es mejor usar una almohada más alta, para no hundir el cuerpo provocando tensión cervical, y en los casos de que usemos un colchón duro debemos usar una almohada baja para evitar malas posturas.
Tipos de almohadas. ¿Cómo elegir la correcta?
Hay infinidad de tipos de almohadas, pero nos vamos a fijar en dos criterios fundamentales:
I) La firmeza
Esta característica es la que nos hace estar más o menos cómodos con una almohada. Además ésta tiene que ir de la mano de la complexión de la persona. Cuanto más grande sea la persona, mayor firmeza necesitará para que su cabeza quede bien sostenida. Nosotros aconsejamos almohadas de la menor firmeza posible siempre y cuando la cabeza se quede alineada. En los casos de gente que duerme boca abajo y en niños, lo aconsejable siempre es firmeza baja.
II) El material de fabricación
Podemos elegir entre pluma, látex, material viscoelástico o sintético… y los criterios para decidir esto serán las alergias, la sudoración y la adopción de malas posturas durante el sueño.
En caso de personas con alergia a los ácaros necesitaremos látex o fibra sintética lavable a más de 60ºC.
Para gente muy calurosa, es más aconsejable la pluma y para gente con malas posturas durmiendo es mejor un material viscoelástico.
Uso correcto de la almohada
Ya hemos elegido la mejor almohada para nuestro descanso pero esto no basta… hay que usarla correctamente.
Hay veces que nos compramos una buena almohada, cara y ergonómica, pero aun nos despertamos con dolor y sin haber descansado lo suficiente.
Aquí el problema es cómo la usamos. Para combatir esto os dejamos unos pequeños consejos:
Coloca tu almohada de forma que la cabeza se apoye en su totalidad.
La almohada es para la cabeza, por lo que los hombros deben de descansar sobre el colchón.
Deja reposar con todo el peso la cabeza sobre ella, procura estar relajado al descansar. No debes de notar tensiones ni estar incómodo al usarla.
Imagen tomada de aquí.
Por desgracia, no existe una almohada milagrosa que nos vaya bien a todos. La almohada perfecta para ti dependerá de tu postura, morfotipo, posibles lesiones o rigideces de tu columna vertebral, y por supuesto, de tu gusto personal.
Si necesitas una valoración adaptada a tus necesidades estaremos encantados de atenderte en nuestra clínica de fisioterapia en el centro de Madrid.
*Imagen de portada tomada de aquí.
Leave a Comment