En el mercado podemos encontrar distintos tipos de cortinas según el tipo de ventanas que tengas en casa, estos son algunos consejo de cómo utilizarlas y qué telas usar en cada caso.

Las cortinas, stores, paneles japoneses y demás son lo que visten una casa. Por muy bien que esté amueblada y decorada, si no la completamos con cortinajes y lámparas, parecerá desnuda, a no ser que tenga una galería maravillosa con unas vistas sorprendentes y no sean realmente necesarias.

Las cortinas tienen una doble función. El dar intimidad y crear ambiente. Nos protegen de miradas indiscretas por un lado, pero de una manera sutil, también nos arropan, ya que aunque vivamos en una casa donde nadie pueda vernos, una ventana pelada nos hace sentirnos desnudos, como desprotegidos.

Tipo de ventana y tipo de cortina

Tenemos que mirar nuestras ventanas antes de decidirnos cómo vestirles. Son correderas? Son oscilobatientes? (que abren hacia el interior) Tienen caja de persiana encima? Todo esto decidirá la manera de vestirles.

Las ventanas correderas, son las más fáciles. Admiten todo: estores, paneles japoneses, visillos… Si abren hacia el interior, ya se complica la cosa, ya que un estor al recogerse va a perturbar la apertura de la ventana, y si lo ponemos sobre la caja, que suele ir casi siempre sobre la ventana, queda muy separado y no queda bien.

Así que mejor no empeñarse en imposibles, y vestir nuestras ventanas en función de su forma y sus posibilidades. Como nuestro cuerpo. Nos vestimos con lo más cómodo y más adaptado a nuestra fisonomía. Hagamos lo que más sentido común tiene para nuestras ventanas. Usemos el tipo de cortinas necesario.

Las telas y la confección

Si no quieren ser esclavos de sus cortinas… siempre 50% poliester. Las telas no sólo tienen que ser bonitas, sino que tenemos que lavarlas y a ser posible, plancharlas lo mínimo posible. Una vez oí decir a un vendedor que la luz natural es distinta a través de un lino 100% que de una al 50%… que vista!! Que no les vendan la moto… Comodidad y practicidad ante todo.

Pero lo más importante de todo, es una buena confección. Acudan a un lugar de cierto prestigio, pregunten a sus conocidos, o encarguen primero una sola ventana (la más complicada) antes de lanzarse con toda la casa. Una tela mal confeccionada, es una tela tirada.

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Izabell Fransson
Izabell Fransson

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