¿Es bueno dormir sin almohada?

No, no es recomendable, la almohada tiene la función de sostener la cabeza mientras dormimos, de forma que quede alineada con la columna. Dormir sin almohada hace que tendamos a dormir boca abajo, que no es una postura recomendada porque genera tensiones en la zona cervical al girar el cuello y dificultad para respirar.

Para lograr un buen descanso es preciso que cabeza, cuello y columna vertebral estén alineados: para eso sirve la almohada. Su objetivo es contribuir a una adecuada postura de la columna, de forma que se relajen los músculos y se pueda favorecer un buen descanso y una buena respiración. No hace falta decir más para comprender la importancia de escoger bien la almohada, pero la almohada ideal no existe, para escogerla hay que tener en cuenta los hábitos de sueño y la complexión física de cada uno (en especial altura y corpulencia).

Por supuesto, también es fundamental elegir con acierto el colchón, teniendo en cuenta en la elección el peso, la postura del durmiente, la temperatura...

Cuál es el tamaño ideal de la almohada

La anchura de la almohada debería siempre superar la de tus hombros. En cambio, su altura o grosos varía según la postura del durmiente.

Una almohada baja (10 cm), es adecuada para quienes duermen boca abajo, y también para los niños pequeños, aunque en uno y otro caso quizá lo mejor sea dormir sin almohada.

Una almohada mediana (12-13 cm), es ideal para quien duerme sobre la espada. Debe ser más bajo que los hombros, y de una dureza media.

Una almohada medio-alta (15 cm). Es ideal para quien duerme de lado, para mantener la cabeza y el cuello bien alineados con el eje de la columna.

Un consejo para acertar: en la tienda, intenta probar la almohada, adoptando la postura en la que duermes habitualmente: comprueba que cabeza, cuello y columna se encuentran bien alineados.

Almohadas: distintos tipos

Hay varios tipos especiales de almohadas (cervical, para el embarazo, para piernas) que pueden ayudarnos a conciliar el sueño en condiciones particulares.

En el caso de sufrir molestias en el cuello, la almohada cervical deja un hueco en la zona de la cabeza para adaptarse al contorno del cuello y aliviar las posibles molestias.

Igual ocurre durante el embarazo para dar soporte al colocarnos de lado o también para evitar las molestias de mantener la postura de dormir boca arriba durante mucho tiempo; una pequeña almohada o cojín debajo de las rodillas servirá para elevar un poco las piernas y permitir que la espalda se relaje. Si duermes de lado, puedes colocar una almohada para que descanse la pierna del lado de arriba y ayudar a estabilizar la postura.

Rellenos de almohadas ¿Cuál es el mejor?

Los más habituales son las almohadas de pluma, las almohadas de látex, las de relleno sintético o las de espuma.

Pluma y plumón. Las plumas son de oca o de pato. Las almohadas con relleno de plumas son blandas, se deforman, pero vuelven rápidamente al punto de partida. No sujetan bien el cuello. Este tipo de almohada está más pensado para los que duermen boca abajo..., pero no es indicado para personas muy robustas, ni tampoco para quienes se mueven mucho mientras duermen. Tampoco es apto para persona alérgicas, ni para niños pequeños. El precio de una almohada de pluma va de 15 a 60 euros.

Látex. El relleno de las almohadas de látex puede ser sintético, de origen natural o mezcla de ambos. Este tipo de almohada ofrece una buena sujeción de la cabeza, lo que la hace muy adecuada para quien duerme de lado o para personas corpulentas. El látex admite bien los movimientos, y es también adecuado para quienes tienen alergia a los ácaros. Su precio oscila entre 20 y 80 euros.

Sintético. Normalmente este tipo de rellenos son de fibra de poliéster que transpira bien. Es una almohada blanda, muy adecuada para personas muy delgadas, para niños y no presenta problemas de alergia. Son económicas: cuestan de 7 a 30 euros.

Espuma. Las almohadas de espuma son normalmente de poliuretano. Entre ellas están las de material viscoelástico que tienen “efecto memoria”, es decir, durante unos segundos mantiene la forma de cabeza y cuello aunque cambie de postura, lo que hace que no sea muy adecuado para quien se mueve mucho. Sí que va perfectamente para los que duermen de lado. El precio de estas almohadas oscila entre 12 y 100 euros.

Cómo cuidar y conservar tu almohada

Ya elegida, es importante que cuides bien de tu almohada, alargarás su vida útil, que puede extenderse hasta unos 5 años.

Airea la almohada habitualmente: abre las ventanas antes de hacer la cama, y ventílala bien, al aire, una vez a la semana.

Dale la vuelta a menudo: así evitarás que se deforme.

Compra una almohada lavable: basta con lavarla una o dos veces al año.

Usa una funda de protección y lávala cada dos meses (la funda de almohada, lógicamente, cada vez que cambies las sábanas).

¿Buscas un colchón?

Y ahora que ya tienes claro la almohada que necesitas, para garantizar el mejor descanso solo te falta escoger el mejor colchón

Elige el mejor colchón

Izabell Fransson
Izabell Fransson

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