Cómo elegir la almohada Una almohada adecuada sirve para recoger e inmovilizar las zonas con tensión , aliviando los dolores y nos proporcionan un buen apoyo para descansar mejor. De la elección del modelo, depende en gran medida tu calidad del sueño.
La almohada es un producto muy personal, y en gran parte es responsable de nuestro descanso diario. Por ello, a la hora de elegir una almohada adecuada debemos tener en cuenta una serie de aspectos.
• Fíjese en los materiales de relleno para ver si su transpiración es buena o mal.
• La postura que adoptamos a la hora de dormir.
• Una almohada debe asegurar que las vértebras cervicales y las dorsales formen el mismo ángulo que cuando estamos de pie.
• Dormir sin almohada puede provocar hipertensión y la aparición de contracturas cervicales.
• Dormir boca arriba con una almohada demasiado gruesa o sin almohada facilita la aparición de contracturas.
• Lo más recomendable es dormir con almohadas finas. De esta manera, las vértebras cervicales y dorsales forman el mismo ángulo que estando de pie.
• Si duerme de lado no puede escoger una almohada fina ya que hace que el peso de la cabeza caiga sobre uno de los hombros de apoyo y fuerza la inclinación de la columna. En este caso se recomienda una almohada gruesa. En este caso, e cuello permanece a la misma altura que la columna.
• Dormir boca abajo no es nada recomendable. Se fuerza la columna lumbar y además el cuello permanece girado.
• Una buena costumbre es dormir ligeramente de lado. Para ello, la pierna inferior (sobre la que se apoya el cuerpo) debe estar estirada y la otra pierna debe quedar flexionada al igual que la cadera. Es decir, forma un ángulo de unos 45º.
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