Imagen: La almohada es uno de los elementos más importantes de nuestro descanso, puesto que estamos de 6 a 9 horas con la cabeza apoyada sobre ella. Elegir una almohada de mala calidad puede producirnos dolor de cabeza, de cuello, problemas cervicales e incluso dolor de espalda. Dedicamos mucho tiempo a la elección del colchón porque es el soporte que aguanta todo nuestro cuerpo cuando dormimos pero, ¿hacemos lo mismo cuando vamos a comprar una almohada? Elegir una buena almohada es fundamental para asegurar el mejor descanso y favorecer el bienestar general. Si quieres saber cómo hacerlo, en este artículo de unComo te mostramos los criterios que debes tener en cuenta a la hora de escoger la almohada que más se adecúa a tus necesidades.
Pasos a seguir:
1 Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de elegir una buena almohada es tu forma de dormir. Si acostumbras a dormir boca arriba, lo más aconsejable es adquirir una almohada no muy gruesa, puesto que en este caso al almohada actúa de soporte para cuello y cabeza, y no de tratamiento para determinadas dolencias. Imagen:
2 Por el contrario, si duermes de lado la almohada deberá ser bastante gruesa para que el cuello no se apoye en el hombro, provocando dolencias y malestar, y lo haga sobre la almohada. En este caso la finalidad de la almohada es conseguir que el cuello se mantenga sobre el eje de la columna, y no más bajo que es lo que sucedería si no tiene el grosor suficiente. Imagen:
3 Y si duermes boca abajo, la mejor opción es una almohada blanda, fina y flexible. Normalmente, las personas que adoptan esta postura para dormir suelen abrazar la almohada o cogerla, es por ello que una de plumas o fibras sintéticas es ideal para poder adaptar el relleno y colocarlo donde se necesite. Imagen:
4 El relleno de la almohada es otro de los aspectos que debes tener en consideración cuando vayas a elegir la almohada adecuada. Las almohadas de plumas o fibras sintéticas son muy flexibles y pueden parecer perfecta precisamente por este aspecto, pero solo son recomendables para aquellas personas que duerman boca abajo y no padezcan ningún tipo de dolencias en cuello ni espalda.
5 Las almohadas con sistema de memoria son las más recomendadas porque se adaptan totalmente a ti. Estas almohadas son perfectas para aquellas personas que se mueven mucho cuando duermen. Con estas carcaterísticas, encontramos las almohadas de látex y las viscoelásticas. Las almohadas de látex son de textura suave, las viscoélasticas, en cambio, tienen más firmeza y, por tanto, una mayor adaptabilidad.
6 El inconveniente que presentan las almohadas de látex es que, además de tener menor firmeza y adaptabilidad, requieren de una constante ventilación. Es necesario airearlas y voltearlas para que el látex no se deforme, genere humedad ni críe bacterias. Con las viscoelásticas esto no sucede porque el material que utilizan ya cuenta con un sistema de ventilación propio. Además de ofrecer un perfecto descanso, las almohadas viscoelásticas son ideales para todas aquellas personas que sufren dolencias cervicales, de espalda, migrañas o jaquecas, por su perfecta adaptabilidad, firmeza y presión que ejercen sobre las zonas afectadas. Incluso hay almohadas viscoelásticas diseñadas especialmene para tratar problemas cervicales.
7 Por último, en el momento de elegir una almohada, no te guíes por el precio puesto que escoger la almohada más barata sería un gran error. Las almohadas de bajo coste acostumbran a ser de mala calidad y, por tanto, perjudiciales para la salud y el bienestar. Comprar la almohada adecuada, a pesar de tener un coste más elevado, supone una inversión a largo plazo por su durabilidad y resistencia. Las de bajo coste, en cambio, deberás cambiarlas al año o año y medio de adquirirlas. Imagen:
Este artículo es meramente informativo, en unCOMO no tenemos facultad para recetar ningún tratamiento médico ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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