7 consejos para limpiar tu alfombra en casa

Las alfombras pueden llegar a sufrir mucho desgaste por diferentes motivos. Marcas, machas, cambios de color y además en ella conviven bacterias, restos de polen, polvo y un largo etc. Parece imposible mantener limpia tu alfombra en estas circunstancias, y ya no hablemos si en casa hay niños o animales. Pero no desesperes, con estos 7 sencillos trucos y consejos tu alfombra quedará como nueva.

¡Cuidado con los muebles!

Si sobre la alfombra de tu casa descansan varios muebles, y más si estos muebles son pesados, lo ideal es ir girando la alfombra mínimo una vez al año para evitar el desgaste concentrado en una sola zona de la alfombra. Así evitarás marcas prematuras y conseguirás que se mantenga lisa durante mucho más tiempo. Aún así, si tu alfombra ya tiene marcas, un buen truco es utilizar cubitos de hielo en las zonas afectadas. La alfombra se ahuecará y la hendidura desaparecerá.

El sol directo se “come” el color de tu alfombra.

Si tu alfombra ha perdido su color original debido al desgaste y sobre todo, por haber estar expuesta al sol de forma continuada, estos dos sencillos trucos son muy efectivos:

Sal gorda . Mezcla en algún recipiente agua y sal hasta que se forme una pasta. Después extiende la pasta sobre la alfombra, deja que seque y por último frota con un cepillo para que sea más efectivo. Termina retirando los restos con el aspirador.

. Mezcla en algún recipiente agua y sal hasta que se forme una pasta. Después extiende la pasta sobre la alfombra, deja que seque y por último frota con un cepillo para que sea más efectivo. Termina retirando los restos con el aspirador. El vinagre de alcohol. Este método, sobre todo caliente, es muy eficaz también. Frota la superficie de la alfombra con un paño de algodón impregnado en vinagre. Deja actuar unos minutos y pasa un paño seco antes de aspirar.

Evita el polvo a toda costa.

Si no se retira el polvo de la alfombra de manera periódica, las fibras se acabarán estropeando y la alfombra se apelmazará. La mejor manera de hacerlo es con el aspirador, pero únicamente con el tubo, ya que usando el cepillo de la aspiradora la alfombra se desgastará más rápidamente y es mejor evitarlo.

Los bordes de la alfombra se levantan.

Es un problema bastante común, aunque el hecho de que aparezca o no, depende mucho del material de nuestra alfombra. Un truco sencillo e increíblemente eficaz es aplicar humedad a las esquinas, ya sea con un aerosol o un paño húmedo. Una vez humedecidas, lo mejor es colocar algo de peso para ayudar a recuperar su forma original.

Manchas difíciles.

Existen infinidad de tipos de manchas e infinidad de formas de tratarlas, pero algunos consejos son universales a la hora de tratar manchas en una alfombra. Como por ejemplo actuar rápido, es fundamental. Lo primero que debes hacer es eliminar los restos con papel absorbente. Limpia desde el borde hacia el centro y nunca uses una esponja muy mojada: puedes hacer que la mancha se expanda. Os damos sencillos consejos para algunas de las manchas difíciles más comunes:

De vino tinto . Elimínalo frotando la zona afectada con agua con gas y, a continuación, extiende una espuma limpiadora.

. Elimínalo frotando la zona afectada con agua con gas y, a continuación, extiende una espuma limpiadora. De té o café . Se limpian frotando la mancha con una mezcla hecha con detergente y vinagre blanco.

. Se limpian frotando la mancha con una mezcla hecha con detergente y vinagre blanco. De chicle. No intentes arrancarlo directamente. Endurece el chicle con un cubito de hielo y te será más fácil de quitar.

No intentes arrancarlo directamente. Endurece el chicle con un cubito de hielo y te será más fácil de quitar. De tinta de bolígrafo. Se elimina «pellizcando» la mancha con un paño blanco bien limpio impregnado con leche.

La alfombra se mueve mucho.

Lo más eficaz sin duda alguna es utilizar un antideslizante, cambiándolo cada cierto tiempo para evitar perder adherencia. Hay una gran cantidad de opciones, aunque las más comunes son utilizar tiras de goma o de caucho en las esquinas o almohadillas de látex.

Conoce tu alfombra.

Por último, y probablemente lo más importante, es conocer qué tipo de alfombra tienes en casa. La forma de limpiarla y tratarla puede variar mucho en función del material, confección o tamaño de la misma. Algunos consejos útiles, en función del material de la alfombra, son los siguientes:

Fibras vegetales: convendría que le pasases un paño húmedo con jabón neutro y agua no muy abundante de vez en cuando.

Lana: son demasiado grandes, es mejor que las lleves directamente a la tintorería para que las dejen en perfecto estado, pero si son manejables, basta con lavarlas con jabón neutro, agua fría y sal.

Látex o yute. por lo que lo ideal es renovarlas cada vez que se vean muy dañadas. Son las menos prácticas, ya que son alfombras que no se pueden lavar porque el agua las estropea fácilmente.

Algodón. Tienen el mismo proceso de lavado que las de lana y si, además, tiene muchos colores, sigue los pasos a rajatabla para que no se mezclen y acabes con una alfombra desteñida.

Esperamos que estos 7 consejos y trucos te hayan servido de ayuda para alargar la vida útil de tu alfombra y que parezca recién salida de la tienda.

Izabell Fransson
Izabell Fransson

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